Tras más de un año de exclusividad para iOS, la red social de audio Clubhouse ha lanzado su aplicación para Android. Ya está disponible la versión beta en el sistema operativo móvil de Google, por lo que ya puedes registrarte y participar en sus salas de chat de audio.
Imagina que tienes una aplicación en tu móvil con la que puedes escuchar conversaciones en directo de otras personas. Pero no de manera indiscreta, sino que son personas que quieren ser escuchadas. Puede que sean famosas, o al menos interesantes o expertas en algún tema (aunque de esto no hay garantía segura).
Lo mejor es que es posible que mientras las escuchas te den la oportunidad de unirte al chat de voz. Piensa en Clubhouse como una red social de audiochat.
Actualmente, Clubhouse está disponible en iOS y recientemente ha entrado en fase beta para los usuarios de Android:
La empresa tiene una web pero solo para enviarte a la App Store y a Google Play. La aplicación es la única forma de escuchar o participar en conversaciones de audio.
No. En el momento de escribir esto, necesitas una invitación de un usuario existente de Clubhouse para tener acceso. Cada nuevo usuario recibe dos invitaciones, y gana más a medida que utiliza la aplicación.
Pregunta a tus amigos si tienen una, y si buscas por otras redes sociales ten cuidado con las estafas de invitaciones. Quizá sea mejor esperar a que Clubhouse se abra al mundo.
Para registrarte debes añadir tu número de teléfono y tu nombre real (en teoría). También puedes registrar el nombre de usuario que quieras para el servicio incluso antes de recibir una invitación.
La persona que te envíe la invitación simplemente necesita tu número de teléfono. Recibirás un enlace a través de un SMS que te enviará a la app y te registres con tu número de teléfono.
Si no quieres crear un perfil desde cero también puedes enlazar tu perfil de Twitter; incluso te mostrará la foto de tu perfil.
Clubhouse también te invita a vincular tus contactos y así facilitar la búsqueda de personas a las que seguir. No te molestes si no tienes una lista de contactos llena de personas influyentes.
Una vez que hayas iniciado la sesión, verifica tu dirección de correo electrónico con el servicio para tenerlo como método para volver a conectarte si hay algún problema.
Cuando por fin consigues acceder, la aplicación te ofrece una página llena de temas de conversación que puedes seguir, desde deportes a tecnología, pasando por asuntos como noticias mundiales, religiones, entretenimiento, arte y un largo etcétera.
En cada uno de ellos encontrarás personas interesadas en lo mismo, y podrás seguirlas.
Cuantos más temas y personas sigas, más probabilidades tendrás de recibir sugerencias para una sala que se ajuste a tus deseos.
Las salas de conversación van y vienen a medida que la gente las inicia o las termina. Clubhouse dice que graba las conversaciones a medida que se producen, pero solo las conserva si alguien presenta una queja mientras la sala está en vivo.
Si nadie denuncia un incidente durante el chat, Clubhouse dice que descarta la grabación en cuanto el anfitrión cierra la sala.
Los usuarios, por supuesto, están encontrando muchas formas de grabar los chats para sus propios fines, como resubir las conversaciones a YouTube, etc. Internet sigue siendo eterno.
Depende de tus preferencias en cuanto a los podcasts que escuches, pero recuerda que todas las personas que participan hablan a través de sus móviles, y no de sofisticados sistemas de audio.
No se ven los unos a los otros, así que es como escuchar una llamada telefónica. No hay edición profesional, ni efectos de sonido, ni transiciones, ni publicidad (al menos no oficialmente).
Dicho esto, el «estilo» de la conversación es flexible: una sala puede ser un cara a cara informal entre amigos, mientras que otra es una entrevista más formal al estilo de un programa de entrevistas, una gran discusión de grupo o incluso una sesión de intercambio de música.
No necesariamente. Cualquiera que esté escuchando puede «levantar la mano». Depende del creador/moderador de la sala si quiere dejarte hablar.
En teoría, sí, porque Clubhouse está desplegando poco a poco un sistema de monetización para los creadores, empezando por un pequeño grupo de prueba. Están trabajando en ello con la empresa de procesamiento de pagos Stripe.
No se basa en la publicidad. Los usuarios pueden enviar un pago dentro de la aplicación a los creadores, y el 100% del dinero va a ellos, con una tarifa del proceso que va a Stripe; Clubhouse dice que no se queda con nada del dinero.
Ya por curiosidad…¿Qué pasa con el icono de la aplicación?
Clubhouse no tiene un logotipo oficial. Ha optado por elegir como logo un retrato en blanco y negro de una persona que va cambiando. Cada persona es un usuario real de Clubhouse. Por lo general, se trata de alguien que ha tenido un impacto importante en la plataforma o, al menos, de alguien que Clubhouse considera que tiene un profundo conocimiento de lo que está haciendo.
Cada icono dura unas semanas y se cambia con una actualización importante de la aplicación.
Hasta la fecha, Clubhouse cuenta con su octavo logo: la activista social y artista visual Drue Kataoka. Entre los iconos anteriores se encuentran los músicos Axel Mansoor y Bomani X, la promotora de startups Erika Batista y la podcaster de tecnología Espree Devora.